CONTAMINANTES CRITERIO


La contaminación del aire es la presencia de sustancias químicas en la tropósfera en concentraciones bastante altas para dañar a las personas, organismos, ecosistemas para cambiar el clima.

Los efectos a la salud que pueden causar a la población por exposición de los contaminantes criterio atmosféricos son los siguientes:

Contaminante Criterio

Efecto a la Salud

Ozono

Irritación ocular y en las vías respiratorias

Monóxido de Carbono

Formación de carboxihemoglobina ocasionando apnea.

Partículas Suspendidas

Irritación en los tejidos respiratorios, fibrosis, asma

Bióxido de Azufre

Irritante (garganta y bronquios), alteraciones en la función pulmonar

Bióxido de Nitrógeno

Disminución en la capacidad de difusión pulmonar

Los contaminantes criterio son aquellos contaminantes normados a los que se les han establecido un límite máximo permisible de concentración en el aire ambiente con la finalidad de proteger la salud humana y asegurar el bienestar de la población. Los contaminantes del aire provienen principalmente de fuentes naturales y de la quema de combustibles fósiles.

Los contaminantes criterio se comprenden del:

OZONO (O3)
Es un gas invisible, incoloro y de olor agradable formado por tres átomos de oxígeno. Es un contaminante de tipo secundario, es decir, no es emitido directamente a la atmósfera, sino que se produce en ella a partir de hidrocarburos (compuestos orgánicos volátiles), metano, monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno que reaccionan con la radiación solar. Por esta característica y por su elevado poder de oxidación se engloba en el grupo de los oxidantes fotoquímicos. Se trata de un contaminante del aire de gran preocupación, porque puede afectar a la salud humana y dañar el medio ambiente.

Este contaminante a altas concentraciones es un peligro para la salud, ya que pueden irritar las vías respiratorias, causar dificultades para respirar y daños pulmonares. También puede desencadenar ataques de asma. Los efectos del ozono en la salud humana varían en función de la sensibilidad individual, de la exposición y concentración de este contaminante en la atmósfera.

DIÓXIDO DE NITRÓGENO (NO2)
Es un contaminante atmosférico de origen antropogénico, cuyas fuentes fundamentales son el tráfico vehicular, así como las emisiones de determinadas industrias.

Su presencia en el aire contribuye a la formación y modificación de otros contaminantes atmosféricos, tales como el ozono y las partículas en suspensión (PM10 y PM2.5). Los óxidos de nitrógeno en contacto con compuestos orgánicos volátiles (COV) presentes en la atmósfera y en presencia de radiación solar, generan ozono (O3), contaminante secundario de la atmósfera.

Tener niveles elevados de dióxido de nitrógeno pueden irritar los pulmones y disminuir su capacidad funcional. La irritación que provoca este contaminante se relaciona con una importante inflamación de las vías respiratorias y una mayor mucosidad, lo que supone un aumento de la reactividad bronquial favoreciendo la aparición de infecciones respiratorias, como bronquitis, especialmente en mayores e inmunodeprimidos, así como bronquiolitis en niños. Además, incrementa la sensibilidad pulmonar a la broncoconstricción, reagudizando los síntomas de pacientes con enfermedades crónicas respiratorias, asmáticos y alérgicos.

DIÓXIDO DE AZUFRE (SO2)
El dióxido de azufre (SO2) es un contaminante del aire incoloro y reactivo con un fuerte olor. Este gas puede ser una amenaza para la salud humana, la salud animal y la vida vegetal. Las principales fuentes de emisiones de dióxido de azufre provienen de la combustión de combustibles fósiles y la actividad volcánica natural.

El dióxido de azufre irrita la piel y las membranas mucosas de los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones. Las altas concentraciones del dióxido de azufre pueden causar inflamación e irritación del sistema respiratorio, especialmente durante la actividad física intensa. Los síntomas resultantes pueden incluir dolor al respirar profundamente, tos, irritación de garganta y dificultades respiratorias.

El dióxido de azufre es un importante precursor de la lluvia acida y las particulas suspendidas. En la atmosfera reacciona con el radical hidroxilo (OH) en presencia de oxígeno (O2) y agua (H2O) formando el ácido sulfúrico (H2SO4) que es un ácido fuerte capaz de acidificar el agua de lluvia.

MONÓXIDO DE CARBONO (CO)
El monóxido de carbono (CO) es un gas inflamable, incoloro, insípido, ligeramente menos denso que el aire y altamente tóxico. Se produce cada vez que se enciende algún combustible como gas natural, gas propano, gasolina, petróleo, queroseno, madera o carbón. Cuando la persona inhala el CO, el gas tóxico entra en el torrente sanguíneo e impide que el oxígeno entre al organismo, lo cual puede causar daños en los tejidos y producir la muerte.

El CO incluyen ligeros dolores de cabeza y falta de aliento cuando se hacen ejercicios moderados. La exposición continua puede producir síntomas de gripe, incluidos dolores de cabeza más fuertes, mareos, cansancio, náuseas, confusión, irritabilidad y pensamiento confuso, falta de memoria y coordinación. Al CO se le denomina como “el asesino silencioso” porque si uno no presta atención a estas primeras señales, la persona puede perder la conciencia y la capacidad de salir del peligro. Estos efectos incluyen daños neurológicos a largo plazo, por ejemplo, dificultad para aprender y retener datos en la memoria, efectos emocionales y de personalidad, y trastornos sensoriales.

PARTICULAS SUSPENDIDAS
Las partículas en suspensión son todas las partículas sólidas y líquidas que se encuentran suspendidas en el aire, la mayor parte de las cuales suponen un peligro. Esta mezcla compleja contiene entre otras cosas, polvo, polen, hollín, humo y pequeñas gotas. Estas partículas tienen una gran variedad de tamaños, desde grueso hasta fino y ultrafino. También presentan composiciones y orígenes dispares. Son generadas a partir de alguna actividad antropogénica (causada por el hombre, como la quema de carbón para producir electricidad) o natural (como por ejemplo la actividad volcánica).

Las partículas finas son más peligrosas que las gruesas. Además del tamaño de las partículas, hay otras características físicas, químicas y biológicas que pueden influir en la aparición de efectos dañinos para la salud. Por ejemplo, la presencia de metales, HAP, otros componentes orgánicos o determinadas toxinas. El diámetro mayor de las partículas es su propiedad más importante. A partir de esta equivalencia a métrica se denomina PM10 a las partículas de diámetros inferiores a 10 µm, y PM2.5 a las de diámetros inferiores a 2.5 µm.

Contaminante Criterio

Fuentes de Emisiones

Ozono (O3)

Reacciones en la atmósfera producidas por la una combinación de óxidos de nitrógeno, Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) en presencia de luz solar.

Monóxido de Carbono (CO)

Industrias, vehículos de motor, incendios en bosques, pastizales, fogatas, combustión incompleta de gas, petróleo, gasolina, carbón y aceites, aparatos domésticos que queman combustibles fósiles como las estufas, hornillos y calentadores, además de Industrias en la fundición de aceros e industrias de papel.

Dióxido de Nitrógeno (NO2)

Automóviles, Centrales eléctricas, fuentes industriales, comerciales y domésticas que queman combustibles.

Dióxido de Azufre (SO2)

Combustión de combustibles fósiles y la actividad volcánica natural.

Partículas Suspendidas

Industrias, automóviles, tormenta de arena, incendios, volcanes, fogatas, hollín, humo de tabaco, polen, centrales eléctricas y reacciones químicas en la atmósfera.

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